jueves, 25 de febrero de 2010

Me Caigo y me Levanto...

(J. Cortázar)Nadie puede dudar de que las cosas recaen,
un señor se enferma y de golpe un miércoles recae
un lápiz en la mesa recae seguido
las mujeres, cómo recaen
teóricamente a nada o a nadie se le ocurriría recaer
pero lo mismo está sujeto
sobre todo porque recae sin conciencia
recae como si nunca antes
un jazmín para dar un ejemplo perfumado
a esa blancura
¿de dónde le viene su penosa amistad con el amarillo?
el mero permanecer ya es recaída
es jazmín entonces
y no hablemos de las palabras
esas recayentes deplorables
y de los buñuelos fríos que son la recaída clavada
contra lo que pasa, se impone pacientemente la rehabilitación
en lo más recaído hay algo que siempre pugna por rehabilitarse
en el hongo pisoteado, en el reloj sin cuerda
en los poemas de Pérez, en Pérez
todo recayente tiene ya en sí un rehabilitante
pero el problema, para nosotros lo que pensamos nuestra vida
es confuso y casi infinito
un caracol segrega y una nube aspira
seguramente recaerán
pero una compensación ajena a ellos los rehabilita
los hace treparse poco a poco a lo mejor de si mismos
antes de la recaída inevitable
pero nosotros tía ¿cómo haremos?
¿cómo nos daremos cuenta de que hemos recaído
si por la mañana estamos tan bien
tan café con leche
y no podemos medir hasta donde hemos recaído en el sueño
o en la ducha
y si sospechamos lo recadente de nuestro estado
¿cómo nos rehabilitaremos?
hay quienes recaen al llegar a la cima de una montaña
al terminar su obra maestra
al afeitarse sin un solo tajito
no toda recaída va de arriba abajo
porque arriba y abajo no quieren decir gran cosa
cuando ya no se sabe donde se está
probablemente Icaro creía tocar el cielo
cuando se hundió en el mar …. y
dios te libre de una zambullida tan mal preparada
tía ¿cómo nos rehabilitaremos?
hay quien ha sostenido que la rehabilitación
sólo es posible alterándose
pero olvidó que toda recaída es una desalteración
una vuelta al barro de la culpa
perfecto!
somos lo más que somos porque nos alteramos
salimos del barro en busca de la felicidad
y la conciencia y los pies limpios
un recayente es entonces un desalterante
de donde se sigue que
nadie se rehabilita sin alterarse
pretender la rehabilitación alterandose es una triste redundancia
nuestra condición es la recaída y la desalteración
y a mi me parece que un recayente debería rehabilitarse de otra manera
que por lo demás ignoro
No solamente ignoro eso
sino que jamás he sabido en qué momento
mi tía o yo recaemos
¿cómo rehabilitarnos entonces si a lo mejor no hemos recaído todavía?
y la rehabilitación nos encuentra ya rehabilitados
Tía, no será esa la respuesta ahora que lo pienso...
Hagamos una cosa:
Usted se rehabilita y yo la observo
varios días seguidos
digamos, una rehabilitación continua
usted está todo el tiempo rehabilitándose y yo la observo
o al revés si prefiere
pero a mí me gustaría que empezara usted
porque soy modesto y buen observador
de esa manera si yo recaigo en los intervalos de mi rehabilitación
mientras usted no le da tiempo a la recaída
y se rehabilita como en un cine continuado
al cabo poco nuestra diferencia será enorme
Usted estará tan por encima que dará gusto
entonces yo sabré que el sistema ha funcionado
y empezaré a rehabilitarme furiosamente
pondré el despertador a las tres de la mañana
suspenderé mi vida conyugal
y las demás recaídas que conozco
para que, sólo queden las que no conozco
y a lo mejor poco a poco un día estaremos otra vez juntos tía
y será tan hermoso decir...
ahora nos vamos al centro y nos compramos un helado
el mío todo de frutilla
y el de usted con chocolate y un bizcochito.

sábado, 20 de febrero de 2010

♥ Tus Besos






Tus besos son la experiencia más sublime,
lo más cercano al cielo que ha conocido mi boca.

Tus besos son como un tesoro divino
que no se guarda en cofres, ni en cajitas de cristal,
ya que ellos vuelan,
vuelan como mariposas,
vuelan y me llevan hasta lo más alto del universo,
me anestesian el alma y el corazón.

Pareciera que mi alma se eleva.

Yo solo puedo cerrar los ojos y entregarme a su dulzura, a su calor.

Lo único que quiero embriagarme de tus besos,
deseo morir ahogada en ellos,
sumergirme en la magia de su amor,
pero en esta noche oscura
vago perdida por el infinito
tratando de encontrar aunque sea un fragmento de tu boca.

jueves, 18 de febrero de 2010

Losing my Religion

LA PALABRA


S. Diaz Varín

Una sola será mi lucha
Y mi triunfo;
Encontrar la palabra escondida
aquella vez de nuestro pacto secreto
a pocos días de terminar la infancia.
Debes recordar
donde la guardaste
Debiste pronunciarla siquiera una vez…
Ya la habría encontrado
Pero tienes razón ese era el pacto
Mira como está mi casa, des­armada.
Hoja por hoja mi casa, de pies a cabeza.
Y mi huerto, forado permanente
Y mis libros como mi huerto,
Hojeado hasta el des­hilache
Sin dar con la palabra.
Se termina la búsqueda y el tiempo.
Vencida y condenada
Por no hallar la palabra que escondiste.

sábado, 13 de febrero de 2010

Enamorarse y no

M. Benedetti

Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva
enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta al árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio
por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo

Yo Te Amo... ♥



Por ese palpitar, que tiene tu mirar
yo puedo presentir, que tu debes sufrir
igual que sufro yo, por esta situación
que nubla la razón, sin permitir pensar..

En que ha de concluir, el drama singular
que existe entre los dos, tratando simular
tan solo una amistad, mientras en realidad
se agita la pasión, que envuelve al corazón..
Y que me obliga a callar.... Yo te amo... yo te amo....♥

Tus labios de rubi, de rojo carmesí..
parecen murumurar, mil cosas sin hablar
y yo que estoy aqui, sentado frente a ti..
me siento desagrar, sin poder conversar..
Tratando de decir, tal vez sea mejor...
me marche yo de aqui, para no vernos más
total que más me da, yo se que sufrire
pero al final tendré, tranquilo el corazón
y así podré gritar..yo te amo... yo te amo!!

Tus labios de rubi, de rojo carmesí..
parecen murumurar, mil cosas sin hablar
y yo que estoy aqui, sentado frente a ti..........

El Amor

P. Neruda



Qué tienes, qué tenemos,
qué nos pasa?
Ay, nuestro amor es una cuerda dura
que nos amarra hiriéndonos
y si queremos
salir de nuestra herida,
separarnos,
nos hace un nuevo nudo y nos condena
a desangramos y quemarnos juntos.

Qué tienes? Yo te miro
y no hallo nada en ti sino dos ojos
como todos los ojos, una boca
perdida entre mil bocas que besé, más hermosas,
un cuerpo igual a los que resbalaron
bajo mi cuerpo sin dejar memoria.

Y qué vacía por el mundo ibas
como una jarra de color de trigo
sin aire, sin sonido, sin substancia!
Yo busqué en vano en ti
profundidad para mis brazos
que excavan, sin cesar, bajo la tierra:
bajo tu piel, bajo tus ojos
nada,
bajo tu doble pecho levantado
apenas
una corriente de orden cristalino
que no sabe por qué corre cantando.
Por qué, por qué, por qué,
amor mío, por qué?

martes, 9 de febrero de 2010

Carta del Suicida

G. Rojas

Juro que esta mujer me ha partido los sesos,
porque ella sale y entra como una bala loca,
y abre mis parietales, y nunca cicatriza,
así sople el verano o el invierno,
así viva feliz sentado sobre el triunfo
y el estómago lleno, como un cóndor saciado,
así padezca el látigo del hambre, así me acueste
o me levante, y me hunda de cabeza en el día
como una piedra bajo la corriente cambiante,
así toque mi cítara para engañarme, así
se abra una puerta y entren diez mujeres desnudas,
marcadas sus espaldas con mi letra, y se arrojen
unas sobre otras hasta consumirse,
juro que ella perdura, porque ella sale y entra
como una bala loca,
me sigue adonde voy y me sirve de hada,
me besa con lujuria
tratando de escaparse de la muerte,
y, cuando caigo al sueño, se hospeda en mi columna
vertebral, y me grita pidiéndome socorro,
me arrebata a los cielos, como un cóndor sin madre
empollado en la muerte.




lunes, 8 de febrero de 2010

You Know I'm No Good

domingo, 7 de febrero de 2010

10 de la Mañana

J. Sabines





Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las
doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las
tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a
pensar en nosotros dos, y tú piensas en la comida o en el trabajo diario, o en
las diversiones que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del
odio que guardo para mí.

Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y
siento que estás hecha para mí, que de algún modo me lo dicen tu rodilla y tu
vientre, que mis manos me convencen de ello, y que no hay otro lugar en donde yo
me venga, a donde yo vaya, mejor que tu cuerpo. Tú vienes toda entera a mi
encuentro, y los dos desaparecemos un instante, nos metemos en la boca de Dios,
hasta que yo te digo que tengo hambre o sueño.

Todos los días te quiero
y te odio irremediablemente. Y hay días también, hay horas, en que no te
conozco, en que me eres ajena como la mujer de otro. Me preocupan los hombres,
me preocupo yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense en ti durante
mucho tiempo. Ya ves. ¿Quién podría quererte menos que yo, amor mío?

L'Homme qui marche


jueves, 4 de febrero de 2010

Vincent

El Gato Negro

lunes, 1 de febrero de 2010

After such pleasures





J. Cortázar




Esta noche, buscando tu boca en otra boca,
casi creyéndolo, porque así de ciego es este río
que me tira en mujer y me sumerge entre sus párpados,
qué tristeza nadar al fin hacia la orilla del sopor
sabiendo que el placer es ese esclavo innoble
que acepta las monedas falsas, las circula sonriendo.

Olvidada pureza, cómo quisiera rescatar
ese dolor de Buenos Aires, esa espera sin pausas
ni esperanza.
Solo en mi casa abierta sobre el puerto
otra vez empezar a quererte,
otra vez encontrarte en el café de la mañana
sin que tanta cosa irrenunciable
hubiera sucedido.
Y no tener que acordarme de este olvido que sube
para nada, para borrar del pizarrón tus muñequitos
y no dejarme más que una ventana sin estrellas.