miércoles, 27 de abril de 2011

Retrato de mujer






Siempre estará la noche, mujer, para mirarte cara a cara,
sola en tu espejo, libre de marido, desnuda
con la exacta y terrible realidad del gran vértigo
que te destruye. Siempre vas a tener tu noche y tu cuchillo,
y el frívolo teléfono para escuchar mi adiós de un solo tajo.

Te juré no escribirte; por eso estoy llamándote en el aire
para decirte nada, como dice el vacío: nada, nada,
sino lo mismo y siempre lo mismo de lo mismo
que nunca me oyes, eso que nunca me entiendes nunca,
aunque las venas te arden de eso que estoy diciendo.

Ponte el vestido rojo que le viene a tu boca y a tu sangre,
y quémame en el último cigarrillo del miedo
al gran amor, y vete descalza por el aire que viniste
con la herida visible de tu belleza. Lástima
de la que llora y llora en la tormenta.

No te me mueras. Voy a pintarte tu rostro en un relámpago
tal como eres: dos ojos para ver lo visible y lo invisible,
una nariz de arcángel y una boca de animal, y una sonrisa
que me perdona, y algo sagrado y sin edad que vuela en tu frente,
mujer, y me estremece, porque tu rostro es rostro del Espíritu.

Vienes y vas, y adoras al mar que te arrebata con su espuma,
y te quedas como inmóvil, oyendo que te llamo en el abismo
de la noche, y me besas lo mismo que una ola.
Enigma fuiste. Enigma serás. No volarás
conmigo. Aquí mujer, te dejo tu figura.



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Gonzalo Rojas Pizarro
Lebu, 20-12-1916 .
Chillán, 25-4-2011




sábado, 16 de abril de 2011

The Mountain



T. Sorgjerd

martes, 5 de abril de 2011

Recuerdo y Olvido






Te quiero tanto, jamás ni en este tiempo, ni en este espacio,
podrá existir un amor igual.
He visto amanecer y atardecer amarrada por tus brazos,
hemos mirado los abedules sin saber si volveríamos a estar juntos,
y lo peor de toda nuestra historia,
es que hemos inventado los besos más tristes del mundo
tratando en vano de decirnos adiós.
Siento un sabor a amargura dulce mezclada con amor agónico,
cada vez que tengo que despedirme de tu piel y de tu olor.

No quiero olvidar esas sensaciones, esos momentos, que me regalas...
pero por más que trato no puedo retenerlos en mi memoria...
se esfuman...
en lo efímero de la vida olvido el brillo candente de tus ojos,
el sabor de tu boca lujuriosa,
el calor envolvente de tus brazos que nunca se han cansado de abrigarme de cariño,
ese último soplo de tu aroma que nubla mi razón;
y ese beso, ese que te borra de mi alma de un respiro,
pestañear y ver que ya no estas aqui, o que ya no estoy ahí...

Despierto nuevamente a la vida.
Se que fuiste tan real como un sueño,
pero cierro los ojos y tu susurro se repite una y otra vez.
Es que te amo tanto, tanto que mi vida está arruinada,
recordarte y olvidarte no me deja existir,
y te busco en la nada, cada minuto de mi vida muero buscándote
solo para saber que nunca llegarás.



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